Todos hemos tenido sueños alguna vez; algunos quieren ser astronautas, otros domadores de caballos, otros jugadores de football profesional y otros querían .......conquistar el Polo Norte.
Esta coctelera tiene el placer de darles a conocer a Roald Amundsen. Este noruego tenía un sueño cuando era niño, pero no el típico sueño, sino uno muy especial y que costase lo que costase tenía la intención de cumplirlo, ¿Su sueño? Simplemente... CONQUISTAR EL POLO NORTE y desenmascarar los secretos que encontraría en la inmensidad de un desierto de nieve, hielo y agua.
Desde pequeño se lo propuso y comenzó a entrenarse durmiendo con la ventana abierta durante el invierno con el objetivo de acostumbrarse al frío.Pasado el tiempo, seguía subido en el ring y luchando por lograr su sueño, así que se alistó en la marina para absorver todos los conocimientos posibles acerca de la navegación.
Sin embargo, su largamente esperado sueño de infancia, su objetivo final, se volatilizará en 1909, cuando el comandante norteamericano Peary anuncia que ha alcanzado el Polo Norte. Desilusionado pero no vencido, Roald Amundsen se apresta a conquistar la Antártida.
Antes de realizar su expedición, el noruego convivió previamente con los Inuit (Antropología) de los que aprendió muchas cosas, desde el mejor uso de perros y trineos hasta la correcta confección de abrigos de piel de foca. Conocimientos que serán cruciales para él en el futuro.
Día 14, tres de la tarde, viernes, 1911. Amundsen, sus hombres y cerca de 16 perros alcanzan el Polo Sur.
100 años después, cuatro especialistas y científicos se han marcado un reto, recorrer más de 3.500 kilómetros del continente antártico para homenajear a Amundsen y Scott.
"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Mucho frío. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito."
Ernest Shackleton
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